Le película con la que inauguramos los Destripes Zelectos es Aztec Rex, basada en "hechos reales", que no cuenta otra cosa que el primer encuentro de los españoles con el imperio azteca.
Que no os engañe el cartel: esta peli es caca
La película empieza con el impresionante ejército español, con Hernán Cortés a la cabeza, viajando por tierras mexicanas. Más bien vagando. Y más que ejército, con una banda. Siete hombres, un caballo y un cañón para conquistar un imperio, se supone. Entre chascarrillos varios prosiguen su viaje, pero no sospechan que se acercan a un lugar donde los dinosaurios campan a sus anchas y donde una tribu les ofrece sacrificios.
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Pues sí, resulta ser un tiranosaurio al que ofrecen corazones para mantenerlo a raya. El caso es que Hernán y su panda encuentran a estos indígenas, los asaltan pero les sale el tiro por la culata, así que una vez han sido capturados el jefe encadena a Cortés a la pirámide de cartón piedra que tienen en el poblado. En estás aparece un cura español, que nadie sabe muy bien de donde ha salido (muy absurdo, si) que intercede por ellos y tras unas cuantas muertes absurdas convencen al jefe azteca para llegar a un acuerdo: ellos mataran al tyranosaurio si les libera.
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Así que se ponen manos a la obra y haciendo gala de su cañón y una inteligencia sin igual matan al dinosaurio con la clásica trampa de un hoyo lleno de estacas. Magistral.
Entonces se conoce una escalofriante verdad: queda otro dinosaurio. Lógico, si no se acabaría la película. También resulta que la hija del jefe, que se las pasa pululando por ahí toda la película, se le ofrece desnuda al protagonista Ríos (que es un conquistador español LATINOAMERICANO) que la rechaza sabe Dios porqué y da comienzo uno de los núcleos narrativos: el triangulo amoroso entre la hija del jefe, el chamán de la tribu y Ríos.
El caso que nada, los españoles deciden huir por la noche llevándose el oro (vasijas forradas de papel albal dorado) de los indios en un honorable acto de caridad y dejan atrás a Ríos y a otro español por...discrepancias. Que Ríos es muy bueno y Cortés muy malo, básicamente.
Cuando lo descubren salen persiguiéndoles pero no les alcanzan y el T-Rex mata al compañero de Ríos. Sin embargo, el chamán en 5 minutos acaba alcanzando a los españoles y les espía y llama al T-Rex con su cuerno mágico para que se coma a un rezagado (?).
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Así que nada, ya entrando en la recta final el chamán se hace como que es bueno y que va a ayudar a Ríos a matar al bicho pero no, lo envenena y luego pretende que el aztec rex se lo coma. A todo ésto el cura y la hija del jefe vagando por ahí. Cuando encuentran a Ríos está to'drogao y aparece el dinosaurio, huyen y de repente PASAN DE ESTAR EN UNA MONTAÑA A UN BOSQUE. ¿HOLA?
Se esconden entre unos árboles y Ríos pide en matrimonio a la hija de jefe, qué romántico. Los casa el cura borrachín y acto seguido se celebra la noche de bodas con el sanguinario animal fuera. El sueño de cualquier enamorado.
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El chamán, mientras tanto, ha vuelto al poblado y ha matado a su jefe y benefactor. ¡Qué bastardo! Ya se cree el rey del mundo. Y desaparece.
0-1, gol de Torres
Cuando están planeando en el altar de los sacrificios el plan para acabar con el monstruo llega el clímax de la película y su combate final entre el chamán y Ríos. Gana Ríos, le sacan el corazón al chamán, lo ponen como cebo con una vasija llena de pólvora, PUM y muere el bicho.
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Al final el cura se vuelve a España con Cortés, inventa la San-Gría (se llamaba Alonso Gría, y como era un borracho pues...) y Cortés vuelve y lo conquista todo menos el valle ese que no vale pa'ná donde se quedó Ríos de jefe de la tribu. Ah, y tuvieron muchos hijos que aún pueblan méxico. FIN.
Puntuación:
Espero que os haya gustado hamijitos, ¡en breves nuevos Destripes Zelectos!
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